
Hace algunos meses me acerqué a mi oficina de Bankia para ingresar algo de dinero y de paso actualizar mi libreta. Entonces me llevé un par de sorpresas: la primera fue que ''mi'' oficina ya no era mi oficina, por alguna razón desconocida habían decidido retirar las ventanillas y trasladar mi cuenta a otra mucho más alejada de mi casa, lo cierto es que hay al menos otras dos que están más cerca pero, pensarían, a este matado cuya cuenta nunca ha superado las tres cifras que le den; la segunda sorpresa, mucho más desagradable, fue que escrutando mi libreta detecté unos pagos trimestrales de 10 … [Read more...]