No voy a mentir, la mayoría de películas en las que pensé al confeccionar esta lista de las 10 mejores películas de la década del 2000 eran de 1999 y sin embargo me ha sido muy difícil escoger solo 10 películas de esta década y es que al repasar esta década de cine me da la sensación de que ha sido un refinamiento en ciertos géneros más que una década de exploración o de reinvención de géneros. Quizás es que soy un poco nostálgico pero no encuentro en esta década el pulso vibrante de los 70, el riesgo de los 80 o el desenfado de los 90. Pero una década de cine da para muchas joyas y obras maestras, no voy a ponerme ahora en plan de que “antes molaba más”.
El señor de los anillos: La Comunidad del anillo (Peter Jackson, 2001)
Por mucho que ame la trilogía original de Star Wars, esta es la trilogía de mi generación, la que pude ver en el cine (más de una vez cada una) y comentar sin parar con los colegas. La epicidad del cine se consigue tocar muy pocas veces, tienes que conjugar una parte artística y técnica a la perfección y esta trilogía lo consigue, cada una de ellas se encuentra cargada de momentos épicos, frases para recordar y escenas que arrancan alguna lagrimilla que otra. Me quedo con “La Comunidad del Anillo” por la sensación que me dejó al terminar, pensando la increíble aventura que acaba de presenciar y soñando en cómo iba a continuar.
Camino a la perdición (Sam Mendes, 2002)
Porque no necesitamos saber que el cine negro nos ha dado algunas de las mejores y fundamentales películas de la historia del cine pero “Camino a la Perdición” está ahí para recordárnoslo. “Camino a la Perdición” se sirve de cada una de las herramientas del género (venganza, gangsters, la familia) para contarnos una historia sobre padres, hijos y herencias de una manera hábil y demostrando un profundo respeto y amor por el género. Moviéndose al ritmo de una Road Movie, “Camino a la Perdición” es la historia de Michael Sullivan tratando de vengarse de quien asesinó a su mujer e hijo pequeño mientras huye con su hijo mayor y trata de salvarlo de caer en su mismo estilo de vida. Cuenta con un magnífico Tom Hanks, un grimoso Jude Law, un hijoputesco Daniel Craig y un soberbio del maestro Paul Newman que dio una de sus últimas clases de elegancia sabiendo cuando dejar un escena a un compañero y cuando debe comerse la pantalla. Una película para enamorarnos del cine.
Ciudad de Dios (Fernando Meirelles, 2002)
Cada vez que pasaba por delante del cine y veía el cartel mi ignorancia por aquel entonces de toda clase de cine que no fuera americano me hizo creer que se trataba de una película mala de gangsters que te sacan a un cojón de tíos con pistolas para que pienses “Joder primo, debe estar to wapa”. Imbécil de mí. No conozco a nadie que la haya visto y diga que no le gusta. A través del joven Buscapé podremos visitar la vida de las favelas en Río de Janeiro, donde nadie es rey eternamente. El ascenso de Dadinho, el enfrentamiento de Mane Galinha son solo alguna de las historias que pueblan entre balas y al ritmo de la lambada o la bossa-nova, con una fotografía, montaje y dirección que hacen que necesites verla más de una vez porque esas dos horas y pico se te han pasado como si fueran diez minutos.
El Protegido (M. Night Shyamalan, 2000)
Ya he leído en más de una ocasión que el género de cine de superhéroes es a lo que fue para nuestros padres, el western. Aún le queda mucho a este género para poder alcanzar o rascar la profundidad que nos ha dado el western, dado que generalmente se ha encargado de una única tarea que es la del entretenimiento, cosa que no es moco de pavo, pero pocas veces se han atrevido a contarnos algo más. Y es aquí donde entra El Protegido, una película previa al boom de este cine de superhéroes y que cuenta la historia de un hombre que se descubre a si mismo con un destino que nadie hubiese concebido antes, el de ser un superhéroe. Es la “auténtica” historia del nacimiento del primer superhéroe del mundo, narrada con una puesta en escena tan inteligente que a su manera clásica está desarrollando en cada plano la viñeta de este cómic visual. Creo que a M. Night Shyamalan no se le va agradecer nunca lo suficiente las películas que realizó desde El sexto sentido hasta El bosque pasando por esta, la que considero su obra maestra y es una pena. Por último me gustaría destacar a Samuel L. Jackson que se come la pantalla cada vez que aparece y está al borde de robarle la historia al protagonista.
Caché (Michael Haneke, 2005)
¿Será que me quiero pegar el moco al poner esta película en la lista? Ni siquiera sé de qué va, en serio, cada vez que la veo descubro algo nuevo o le veo un nuevo sentido. Caché cuenta la historia de Georges, un hombre de clase media-alta, padre de familia y hombre mondo y lirondo por así decirlo que un día empieza a recibir cintas de video en las que podemos ver como alguien le está grabando. A las cintas le acompañan unos dibujos extraños. Y hasta aquí la historia. Repito, no sé muy bien todavía de que va Caché, aunque tengo mi teoría pero no quiero desvelarla, lo divertido es verla y que cada uno saque sus conclusiones, que piense si hay algo que rascar o si es una gilipollez como un piano pero garantizo que no dejará a nadie indiferente. Es una película que encuentro realmente hipnótica y con un punto turbio que hace que la revisite cada cierto tiempo. Haneke te pega un puñetazo al cerebro.
Pusher III (Nicolas Winding Refn, 2005)
En el día del cumpleaños de su hija, Milo, un narcotraficante serbio debe afrontar una serie de problemas de negocios, mientras prepara la fiesta y acude a la reunión de toxicómanos anónimos. Pusher III, es la última de la trilogía del lado oscuro de Copenhague del director danés Nicolas Winding Refn, acercándose de una manera realista a uno de los tantos personajes que habitan los bajos fondos nórdicos. Totalmente alejado del “preciosismo” y cuidada estética de la que luego haría gala el director danés, aquí no quiere hacer acto de presencia, como si fuera un documental nos acercamos a Milo, un personaje absorbente, como una animal que en sus horas bajas aún sigue haciendo recordar a la selva porque se le debe temer. Sucia e hipnótica, una oportunidad para zambullirnos en los rincones oscuros y poco conocidos de Dinamarca.
Pozos de ambición (Paul Thomas Anderson, 2007)
Pozos de ambición es el sueño americano, la historia del hombre que empieza teniendo apenas nada y acaba levantando un imperio. Es el sueño americano pero teñido de negro, bañado en petróleo y donde la ambición devora a la ilusión. Daniel Plainview extrae petróleo y su único propósito es no dejar ni gota. Como si asistiéramos al origen del Sr Burns, Daniel Plainview sigue a rajatabla sus enseñanzas en que la religión y la familia son demonios a los que hay que matar para prosperar en los negocios. Pausada pero sin dejar de ahondar en ningún momento en las profundidades de este personaje que solo en pequeños momentos para vislumbrar un ápice de moralidad para poco después seguir afianzándose en que todo eso no son más que obstáculos para un propósito que no parece tener claro ni él mismo. Esta película tiene una de las mejores interpretaciones de la década, bajo la dirección del que es hoy en día uno de los mejores directores de cine norteamericano y con una excelente filmografía. Además cabe destacar la impresionante banda sonora de Jonny Greenwood.
Supersalidos (Grag Mottola, 2007)
Siempre lo diré, la comedia me parece el género más jodido de todos. Seth Rogen y Evan Goldberg (de quienes toman su nombre los protagonistas) comenzaron a desarrollar esta idea cuando iban al instituto y se nota. Por encima de todo Supersalidos (da asco el título en español, en original es Superbad) es honesta, no intenta hacerte reír a la fuerza de la situación, intenta que te sientas reflejado en ella y lo consigue mediante unos diálogos honestos un personajes que parecen los típicos arquetipos pero no lo son porque en realidad no existen aunque siempre han habido clases. Seth y Evan con la ayuda de McLovin intentan pillar botellón para una fiesta, punto. Bajo esta premisa y tapado con las absurdas situaciones la película refleja esa amistad de colegas de toda la vida y el miedo a la separación de cuando la etapa universitaria empieza. La escena final me sigue emocionando y poniendo los pelos de punta, tan simple y tan real.
Volver (Pedro Almodóvar, 2006)
No había visto nada de Almodóvar y tampoco quería hacerlo. Era uno de esos ignorantes que pensaba que el cine de Almodóvar solo iba de travestis, pero no podía ignorar el hecho de que el director manchego es uno de los favoritos en el mundo del cine. Comencé por Volver y a partir de ahí han caido varias de él. Volver es simplemente una película de esas que emocionan, una historia de cotilleo de patio de vecinas pero contada de una manera que solo él sabe hacerlo. Me niego a desvelar nada de la trama pero no hagaís caso a lo que digan o creáis que sabeis de Almodóvar sino habeís visto ninguna de sus películas, vedla, vedla para sentiros orgullosos del buen cine que puede llegar a hacerse aquí y una vez la veáis querreís ver más. No es mi favorita de Almodóvar pero es a la que siempre le daré las gracias por meterme en su fantástico mundo.
Adaptation (Spike Jonze, 2002)
Adaptation, la habré visto mil veces y siempre hay algo nuevo que descubro en ella. Charlie Kaufman, guionista de la película y protagonista desdoblado en los gemelos Kaufman (Charlie y Donald) e interpretado de una forma que solo un actor como Nicolas Cage podría hacerlo (para todos aquellos que crean que no es buen actor esta es una de esas películas que les puede cerrar la boca, puede que haga truños pero cuando le da la gana es un actor de esos que se tiran al vacío) cuenta la historia del bloqueo creativo al tratar de adaptar el libro de “El ladrón de orquídeas”. La película condensa una clase magistral del proceso creativo del guión, de la como la vida misma emula las películas y las supera en sus esquemas y de como a cada instante nos puede pasar algo o podemos hacer que pase, siendo nosotros el motor de nuestro propio mundo. Es para mí la película más bella de entre todas las que ha firmado el que es uno de los mejores guionistas actuales del mundo del cine además la dirección de Spike Jonze sabe captar a la perfección las palabras de Kaufman y para rematar tenemos a Nicolas Cage por partida doble a Chris Cooper con una actuación de Oscar y a Meryl Streep que esa nunca falla ni queriendo.
MENCIÓN ESPECIAL (orden alfabético):
Kill Bill (Quentin Tarantino, 2003/2004)
La Comunidad (Alex de la Iglesia, 2000)
La fuente de la vida (Darren Aronofsky, 2006)
La noche es nuestra (James Gray, 2007)
La última noche (Spike Lee, 2002)
My son, my son, What have ye done (Werner Herzog, 2009)
Mystic River (Clint Eastwood , 2003)
Old Boy (Park Chan-wook , 2003)
Persepolis
The Host (Bong Joon-ho, 2006)
The Wrestler (Darren Aronofsky, 2008)
Two lovers (James Gray, 2008)
Una historia de violencia (David Cronenberg, 2005)
Zodiac (David Fincher, 2007)
TRUÑACOS DE LOS QUE HUIR
Campo de Batalla: La Tierra (Roger Christian, 2000)
El oro de Moscú (Jesús Bonilla, 2003)
El Planeta de los Simios (Tim Burton, 2001)
Ghost Rider (Mark Steven Johnson, 2007)
Pearl Harbor (Michael Bay, 2001)
Van Helsing (Stephen Sommers, 2004)
PREMIO A MIERDA PINTADA DE ORO
Precious (Lee Daniels, 2009)
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A decade of cinema: las mejores películas de los 2000 (III) | Sepia says:
12 junio, 2015 at 8:06 pm
[…] Let me know in a comment below or see if you’re more satisfied with Borja’s part 1 or Guillem’s part 2 (both in […]
Una década de cine: las mejores películas de los 2000 (IV) | Sepia says:
3 febrero, 2016 at 1:43 am
[…] compañeros lo han hecho antes y seguramente con más esmero (partes I, II y III), pero me siento obligado a dar yo también una lista de lo mejor de los 2000 (vaya década […]
Una década de cine: las mejores películas de los 2000 (I) | Sepia says:
27 febrero, 2016 at 12:45 am
[…] y aquí están las otras listas, II (Guillem), III (Lucy) y IV […]